Disfrutar de una moderada porción de chocotejas con tu pareja puede ser más beneficioso de lo que imaginas… especialmente antes de una conversación difícil.

Ello se debe a que la ingesta de dulces contribuye a mantener un adecuado nivel de glucosa en la sangre. Si este fuese muy bajo, eventualmente provocaría irritabilidad, afirman los investigadores de psicología de la Universidad Estatal de Ohio.

La investigación abarcó una muestra de 107 parejas casadas, las cuales fueron sometidas a diversas pruebas para medir su nivel de enojo ante situaciones cotidianas en las que estuviesen involucradas. Los resultados mostraron que los cónyuges con bajos niveles de glucosa por la noche presentaron más estrés que aquellos que presentaron los niveles más altos.

En conclusión, los investigadores confirmaron que podemos controlar nuestra glucosa mediante una alimentación balanceada, ejercicio y ¿por qué no?, también con aquellos bocaditos que tantos nos gustan.